Nuestro amigo David Aracil ejerce profesionalmente como abogado, pero él es compositor y poeta… Y esto lo es conforme a las enseñanzas de la Tradición Sapiencial. Enseñanzas que aplica en su labor creativa y en el estudio de los grandes autores de la historia europea.
En este sentido es un gran estudioso de Richard Wagner; de su lírica, de su música, de su escenografía, de su filosofía, de su obra y de su vida…
Richard Wagner como “vate”. “Como profeta del Espíritu” a través de su concepto de “obra artística total”, que no será sino una actualización de los ideales de la tragedia griega: el arte como khátharsis purificadora que eleva espiritualmente el alma y engrandece al espectador, reencontrándolo con la Verdad, el Bien, y la Belleza… aún a pesar del dolor, la desgracia, la miseria, las debilidades humanas, y la bajeza…
Wagner como maestro espiritual, que usando los grandes símbolos del lengendarium europeo y germánico, señala que allá donde más se oscurece el Mundo, más sentido tiene el regreso de los Héroes y la “redención por Amor”.
En este caso refiriéndonos a su Opus magnum, la tetralogía del Anillo del Nibelungo:
Con “El oro del Rhin”, como momento primordial corrompido por el nibelungo, pero también por “la voluntad de poder” de Wotan.
Con “La Walkiria”, como el descenso Wotan entre los hombres, para tratar de enmendar la falta a través de sus vástagos, los “hijos del lobo”, y con la intercesión de la Walkiria Brunilda, que convertida en mujer, quedará como la “dama dormida” a la espera del Héroe…
Con Sigfrido, como el Héroe que tenía que llegar; para forjar la espada, para matar al dragón, para desvelar el lenguaje secreto de los pájaros, para despertar con un beso de amor verdadero, al alma dormida…
Y con “El crepúsculo de los Dioses”, como el regreso de la saga maldita de los nibelungos, el engaño y la traición, la muerte de Sigfrido, y el fin del Walhalla y regreso de todas las cosas tras el derrumbe, a la pureza originaria que nunca debió perderse…
Wotan al final de la saga será ya Odín: señor de la sabiduría, la poesía, la magia, y el honor de los leales y valientes…
De la Luz al anochecer, y del anochecer a la Luz.
En caída avanza el Mundo hacia la noche. En ascenso paralelo a dicha caída, avanza el Héroe hacia la Luz del “Sol Eterno”.
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